20 de octubre, viernes
Palestina e Israel.-
Viendo algo de lo que sucede en esta guerra entre palestinos e israelíes, quiero recordar dos reflexiones esenciales que ya expresó el admirable filósofo Baruch Spinoza (1632-1677) en su Tratado Político:
1º.- Deberíamos saber que una sociedad humana tiene derecho a buscar su seguridad y a defenderla, pero, también, que la mejor defensa de esta seguridad es conseguir la amistad de los vecinos o de los rivales que pueden amenazarla.
2º.- Deberíamos saber que basta que alguien tenga voluntad de guerra para que haya guerra, pero, para hacer la paz, es imprescindible la voluntad de la otra sociedad.
De manera que el derecho de guerra es propio de cada uno, pero el derecho de paz es propio de dos sociedades al menos.
En consecuencia, hay que ganarse la voluntad de paz desde la firmeza racional, pero, también, comprendiendo los intereses opuestos e intentando respetarlos en la medida en que tal respeto será el mejor modo de consolidar los propios.
Ojalá que estas enseñanzas fuesen atendidas y cultivadas en nuestros Colegios y Universidades.
Ojalá los jóvenes hubiesen pasado ya por el Tratado Político de Spinoza, pues entenderían más, y mejor, lo que está pasando desde hace setenta años entre el Pueblo Palestino e Israel;
entenderían más la causa de este episodio bélico que empezó el siete de octubre con las atroces masacres contra judíos israelíes cometidos por Hamas, mucho más parecidos a un acto terrorista que a un acto de liberación nacional, y siguió por los posteriores e inclementes bombardeos israelíes sobre Gaza que no sabemos hasta cuando durarán;
y sabrían cuál podría ser la solución definitiva de este conflicto.
Ojalá, digo. Pues si las sociedades estuviesen así de instruidas, y alentadas, a vivir desde una Ética de solidaridad, de responsabilidad, de justicia……sería mucho más fácil que las personas comprendiésemos hasta la intimidad que estamos hechos para nuestros semejantes, y que los humanos,
estemos donde estemos,
siempre estamos en suelo extranjero y siempre necesitaremos ser huéspedes los unos de los otros.
Sería más fácil que Israel cumpla todas las Resoluciones de la ONU y que EE.UU. deje de vetarlas.
21 de octubre, sábado
La vida de los libros.-
¿Cuánto tiempo permanece hoy un libro en el escaparate o en las mesas de una librería…?
Vengo de asistir a la presentación de un libro en una de las librerías de esta ciudad, y me preguntaba qué era lo más glamuroso que flotaba en el ambiente, y me pareció percibir que se trataba de celebrar la actualidad, el nacimiento de un libro.
¿Cuánto tiempo, me preguntaba, permanecerá este libro recién llegado a la realidad en la librería que lo acoge y en las que se distribuirá?
Mientras transcurre sonriente y plana la ceremonia de la presentación, me distraigo recordando autores que fueron y que ya no son actualidad.
Pasan por mi mente escritores del pasado reciente:
Cela, Umbral, Vázquez Montalbán, Gala, tan presentes y tan populares en su tiempo…
Me pregunto cuánto escolares, universitarios, mayores en general deberíamos tener en cuenta:
las estrofas de Jorge Manrique,
las prosas de Teresa de Ávila,
las rimas de Becker,
los sonetos de Lope de Vega,
las ficciones de Cervantes,
los ritmos de Pedro Salinas,
los versos de Lorca…
La propia escritora de la que hoy me ocupo “lucha” contra viento y marea para escribir una “nueva” novela cada dos años, que le sirva de sostén como escritora, porque el pedestal de las anteriores no resiste el paso de los meses. Predominan en buena parte de quienes escriben las metas muy próximas, casi inmediatas, sin perspectiva alguna del largo plazo, y, por lo tanto, sin luces largas y, por tanto, con escasa artesanía y poca inversión intelectual…
Por supuesto, he felicitado a la autora, hemos intercambiado amables palabras, me ha dedicado el libro…pero…he salido triste de la presentación que tanto se parecía a una operación comercial acompañada de disimulos y tópicos nada creíbles.
He salido de la ceremonia con la seguridad de que no iba a leer el libro que ya tenía en mis manos.
La autora estará imaginando ya la siguiente novela, que volverá a sufrir el acelerado proceso de presentación, consumo y jubilación.
22 de octubre, domingo
El olor de la sabina.-
En el mercadito medieval que organiza cada agosto el pueblo de Rubielos de Mora, compré este verano un delicado trozo de madera extraído de alguno de los sabinares cercanos. Todavía guarda intacto la intensidad del olor de esta madera tan excepcional.